En la “Isla de la Lupe”; a unos 3 km de el Campamento Tortuguero Barra Zacapulco, un pequeño poblado de pescadores el tiempo parece detenerse, deja a sus visitantes solos ante la inmensidad del océano, rodeados de sonidos nuevos: aves, insectos, animales nocturnos y por supuesto las olas del mar. En este ambiente un grupo de artesanas tallan cocos formando figuras nativas de este lugar como armadillos, tortugas, pericos, cocodrilos y  figuras de conchas y caracoles.

Se cuenta que se fundó aproximadamente hace 50 años, esta comunidad servía para desembarcar productos provenientes del mar y eran llevados para su resguardo a otra isla aledaña  a la comunidad de la Palma conocida como Tlacuachero, de donde surge la historia conocida entre los pobladores como la Base Secereta usada en la Segunda Guerra Mundial.

Se dice que sin razón aparente cesaron las actividades de desembarco de productos y los habitantes que se habían instalado en esta isla también se retiraron. Algunas personas dicen que los ocupantes eran de orígen japonés y alemán.  Con el paso del tiempo  se fueron asentando progresivamente las familias que ahora le ocupan.

En la actualidad la hospitalidad es un arte en esta comunidad, y si quieres llevarte  un bonito recuerdo  del lugar pregunta por la cooperativa Bahías del Mar. La principal misión de esta sociedad cooperativa, es generar conciencia a través de sus productos artesanales con los visitantes, entre las personas de la comunidad y las zonas aledañas, sobre la necesidad de proteger a las especies en peligro de extinción y difundir la conservación de la biodiversidad.