Es un lugar completamente virgen, su nombre peculiar  se toma de una planta cuyas hojas al amanecer aparecen cubiertas de sal.

Todo un placer para los que disfrutan alejarse de la civilización y entrar en contacto con la naturaleza. Conveniente para los paseos en lancha, ya que para llegar a la playa se debe tomar una. Mientras ésta cruza el estero podrá apreciar la exótica  flora y fauna del lugar, tanto los peces que ahí habitan, ya sea el róbalo o la lisa; como cocodrilos, tortugas, iguanas, mapaches, puercoespines y aves diversas. Todos ellos en completa libertad.

Además, podrá realizar varias actividades: nado en el estero; pesca recreativa o deportiva, siempre respetando las vedas; campismo; deportes playeros como fútbol y voleibol; o paseos en lancha, con duración de una hora, para conocer los majestuosos manglares.

El modesto Centro Ecoturístico cuenta con algunas cabañas rústicas y restaurantes tipo palapa. Los servicios son proporcionados por cuarenta y seis socios divididos en tres grupos, conformando una cooperativa de gente nativa, carismática y sencilla; hombres, mujeres y niños que están comprometidos con la conservación de la flora y la fauna de la región. Sus visitantes quedan encantados por la belleza natural, ya que  alrededor se percibe tranquilidad, esplendor y hermosura que se refleja en las aguas de los esteros cristalinos.

Este nuevo sitio ecoturístico

El Madre Sal es un lugar especial.  

El Madre Sal está en la comunidad Manuel Ávila Camacho, también llamada “Ponte Duro”. Se localiza a 54 km. de la ciudad de Tonalá y a 32 km. de Puerto Arista. Se debe tomar la carretera Tonalá-Puerto Arista, después el desvío de Cabeza de Toro hasta encontrar un señalamiento con dirección a este Centro Turístico,  para finalmente recorrer un kilometro de terracería.